Hace unos días, regresaba a mí, ese sentimiento tan característico como es el de hacerse mayor, o más concretamente, hacerse 'viejo', tras cumplir mis 27 años. Echando la vista atrás no podemos obviar que el tiempo pasa inexorable por todo y todos; y no es el tiempo el que nos hace viejos, sino las historias y momentos que atesoramos que se van quedando atrás mientras nosotros avanzamos sin pausa. Por dentro, nuestras cabezas nos dicen que seguimos siendo jóvenes, pero son esos recuerdos los que nos echan en cara la cruda realidad.
Echando una mirada al pasado, podemos ver unos ejemplos de momentos de nuestros recuerdos que, quizás, os haga sentiros viejos tan viejos como a mí…