18 de Febrero. Día Mundial del Síndrome de Asperger

El otro día mi compañera de viaje me comentaba que alguien había diagnosticado (o pseudodiagnosticado) de Síndrome de Asperger a un niño de 10 años simplemente porque intentaba explicarle a sus compañeros de clase cómo funcionaba una central nuclear y el resto de niños no entendían nada de lo que decía.

Mi respuesta fue concisa: "Si un niño de 10 años es capaz de entender el funcionamiento de una central nuclear y el resto de sus compañeros no, el problema claramente no es del niño, ¡sino de sus compañeros! Todo el mundo debería tener esa capacidad para interesarse por temas tan dispares sin necesidad de ser etiquetado por ello."

El DSM IV-TR (Manual Diagnostico y Estadístico de Enfermedades Mentales utilizado por la mayoría de los psicólogos) no es apto para hipocondriacos, pues seguramente todos podríamos encontrarnos dentro de alguna categoría, ya sea Ansiedad, Depresión, Autismo, Bipolar, TOC, TAG, TCA, Fobia Social, etc., pero tranquilos, la normalidad es sumamente anormal.

Así pues, me dispuse a ampliar mis conocimientos sobre el Síndrome de Asperger y compartirlo aquí.

El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás niños o adultos y, en ocasiones, presentan comportamientos inadecuados. Además, su lenguaje normalmente sólo se ve alterado cuando es utilizada con fines comunicativos.


Suelen fijar su atención hacia un tema concreto, de manera obsesiva muchas veces, ignorando todos los otros, por lo que no es extraño que aprendan a leer por sí solos a una edad muy precoz, si ese es el área de su atención. Quieren saber todo sobre este tema y, con frecuencia, hablan poco de otra cosa. Presentarán muchos hechos acerca del asunto de su interés, pero parecerá que no hay ningún punto o conclusión. Con frecuencia, no reconocen que la otra persona ha perdido interés en el tema. No se aíslan del mundo de la manera como las personas con autismo lo hacen. Con frecuencia se acercarán a otras personas. Sin embargo, sus problemas con el habla y el lenguaje en un escenario social a menudo llevan al aislamiento.

Tienen una comprensión muy ingenua de las situaciones sociales, y no suelen transformarlas en su propio beneficio. La mala adaptación que presentan en contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea la exigencia de las relaciones interpersonales. A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles, poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros y poseen un sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior.

Los niños con el síndrome de Asperger pueden mostrar retrasos en el desarrollo motor y comportamientos físicos inusuales como:

• Retardo en ser capaz de montar en bicicleta, coger una pelota o trepar un equipo de juego.
• Torpeza al caminar o realizar otras actividades.
• Comportamientos repetitivos en los cuales algunas veces se lesionan.
• Aleteo repetitivo con los dedos, contorsionarse o movimientos de todo el cuerpo.

Se considera que el Síndrome de Asperger afecta de 3 a 7 por cada 1000 niños, entre 7 y 16 años de edad, afectando más frecuentemente a los niños que a las niñas.

Su inicio es posterior al del Trastorno Autista o al menos reconocido después. Los retrasos motores pueden observarse en el período preescolar, y los déficits de la interacción social en la etapa escolar. Aparentemente el curso es continuo a lo largo de toda la vida en la mayoría de los casos.

Además, existe un componente genético relacionado, con cierta frecuencia con el padre, aunque se encuentra influenciado por una amplia variedad de factores, incluido el factor genético, pero en la mayoría de los casos no hay una única causa identificable.

Se distingue del Trastorno Autista en que en el Asperger se mantiene normal el desarrollo del lenguaje. Se diferencia del Trastorno de Rett por el patrón sexual de éste, el inicio y el patrón de déficits. En el Trastorno Obsesivo-Compulsivo la alteración de la interacción social es diferente y el patrón de intereses restrictivos y repetitivos es más acusado en el Trastorno Asperger.

No hay un examen estandarizado (usado y aceptado por casi todos) empleado para diagnosticar el síndrome de Asperger, aunque la mayoría de los profesionales busca un grupo básico de comportamientos que les ayude a diagnosticar el síndrome de Asperger. Estos comportamientos abarcan:

• Contacto ocular anormal
• Retraimiento
• No girarse al ser llamado por el nombre
• Incapacidad para usar gestos para apuntar o mostrar
• Falta de juego interactivo
• Falta de interés en los compañeros

Los síntomas pueden ser notorios en los primeros meses de vida. Los problemas deben ser obvios hacia la edad de 3 años.

Se hacen exámenes físicos, emocionales y cognitivos para descartar otras causas y buscar signos de este síndrome con mayor cuidado. El equipo que verá a su hijo abarca un psicólogo, neurólogo, psiquiatra, logopeda y otros profesionales expertos en el diagnóstico de niños con el síndrome de Asperger.

Dentro de los tratamientos para Asperger abarcan programas como:

• Terapia cognitiva o psicoterapia para ayudar a los niños a manejar sus emociones, comportamientos repetitivos y obsesiones.
• Sesiones de Psicoeducación para la capacitación de los padres con el fin de enseñarles técnicas que pueden usarse en casa.
• Fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar con las destrezas motoras y los problemas sensoriales.
• Entrenamiento en habilidades sociales, que con frecuencia se enseña en un grupo.
• Logopedia y terapia del lenguaje para ayudar con la habilidad de la conversación cotidiana.

Los medicamentos como los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina (ISRS), los antipsicóticos y los estimulantes se pueden usar para tratar problemas como ansiedad, depresión y agresividad.

De este modo, muchos niños y sus familias pueden aprender a enfrentar los problemas del síndrome de Asperger. La interacción social y las relaciones personales todavía pueden ser un problema. Sin embargo, muchos adultos se desempeñan con éxito en trabajos tradicionales y pueden tener una vida independiente, si tienen el tipo de apoyo apropiado disponible.

Asimismo, en la vida pública encontramos casos de Asperger o TEA (Trastorno del Espectro Autista) como Steven Spielberg, Tim Burton, Oliver Sacks, Keanu Reeves, John Nash, Michael Jackson, Al Gore, Bill Gates, Bobby Fisher, Bob Dylan, Woody Allen (Fuente: elasperger.org). Casos que pueden dar una visión optimista del curso de la enfermedad.