lunes, 12 de mayo de 2014

7 consejos para hacer críticas constructivas

Hacer y recibir una crítica constructiva no es sencillo. Para el que la hace suele ser un momento de estrés, en el que no sabe cómo reaccionará la persona que la recibe. Para el receptor, suele ser un momento de sentimientos encontrados: y es que a nadie le gusta recibir una crítica por algo que ha hecho, pero muy a menudo las críticas son la única manera de avanzar y mejorar.

Hacer una buena crítica puede ser más útil y sencillo si sigues estos consejos.


1. Critica lo que la persona ha hecho, no lo que la persona es 
No podemos cambiar a las personas. Cada uno cambia a su ritmo, si es que tiene que hacerlo, y nosotros no podemos pretender influir en ese cambio de forma directa. Lo que es criticable es lo que uno ha hecho, no lo que uno es. 

Por eso, siempre es mejor decir un “me gustaría que ordenaras tu habitación más a menudo” que un “eres muy desordenado”. 

2. Haz críticas a cosas puntuales, no generalices
Una persona no hace siempre las cosas de la misma manera. Pero cuando criticamos a alguien muy a menudo utilizamos ese tipo de expresiones para dar rienda suelta a nuestro enfado o nuestra decepción: “siempre dejas pelos en la ducha” o “nunca te acuerdas de poner el lavavajillas”. 

Ese tipo de críticas sólo sirven para que el receptor de las mismas se ponga en guardia y, probablemente, se sienta atacado o enfadado por ellas. Intenta explicar el concepto puntual y transformarlo en un mensaje más positivo: “me gustaría que recogieras los pelos de la ducha sin que yo te lo tuviera que pedir”, por ejemplo. 

3. Infórmate antes de criticar 
No critiques a la ligera, muchas veces puede ser que te falte información de por qué alguien ha dicho o hecho alguna cosa en concreto. Actúa como si fueras un investigador y tuvieras que reunir indicios de que, ciertamente, aquello que te ha molestado o que crees criticable es de la manera que tu lo ves. 

Si criticas sin tener ni idea del contexto de la situación, lo único que vas a hacer va a ser perder de buenas a primeras todos tus argumentos y quedar mal delante de los demás. 

4. No olvides valorar al otro 
Es importante aquello de “una de cal y una de arena”. Y es que, como decíamos antes, una persona no hace siempre todas las cosas mal. Así pues, es importante que refuerces positivamente aquellos aspectos de la conducta de la persona que te parecen positivos, para que esta pueda repetirlos, y acompañarlo, entonces sí, de la crítica constructiva. 

Por ejemplo: “Marta, ya sé que te esfuerzas mucho en tener tu habitación ordenada, y realmente es fantástico que ya no tengamos que discutir porque hay ropa sucia en el suelo. De todas maneras, te agradecería que intentaras acordarte de vez en cuando de pasarle un trapo a tu escritorio para que no se viera el polvo”. 

5. Ofrece siempre una alternativa 
Tu intención a la hora de criticar debe ser provocar un cambio real en las actitudes o las acciones del otro. No pierdas eso de vista. Es importante, pues, que además de hacer un diagnóstico y exponer tu crítica hacia aquello que consideras susceptible de cambio, tengas a mano, también una alternativa para ofrecerle a la persona y que le sea más fácil, de esta manera, iniciar el cambio. 

Por ejemplo: “Álvaro, quería comentarte que realmente me sienta mal que me grites cada vez que tienes que corregirme algo del informe que te presento. Me gustaría que entendieras que si me equivoco no lo hago por placer y tu crítica y tus correcciones me interesan realmente para poder hacer bien mi trabajo. Preferiría que en vez de gritarme me lo escribieras en un correo electrónico para poderlo tener todo más claro y avanzar mejor en el trabajo.” 

6. Haz la crítica en el momento justo 
¿Te ha pasado alguna vez que alguien te critica algo que hiciste hace mucho tiempo? ¿Cómo te sienta eso? Lo más probable es que la rabia y el desconcierto sean las emociones principales cuando sucede eso: “claro, es que como el mes pasado no hiciste bien el estudio, ahora no puedo tener buenos resultados”. ¿Pues por qué no lo dijiste en su momento? 

No esperes a que pasen los días, si detectas algo susceptible de crítica, lánzate en ese mismo momento. Será mucho más útil para el receptor de la crítica y se evitarán así consecuencias futuras imprevisibles. 

7. Prepárate para recibir una respuesta 
Debes entender que cuando tu haces una crítica, la persona que la recibe tiene el derecho a la réplica. Por supuesto, lo ideal sería que te contestara con la misma educación, tranquilidad y asertividad de la que tú has hecho gala, pero debes estar preparado para que, a pesar de tus esfuerzos por intentar no herir, la persona se sienta de alguna manera atacada y responda de una forma un tanto agresiva. 

Si esto sucede, explícale a la persona que tu intención no era herirle, que simplemente quieres mejorar vuestra convivencia para que todos podáis estar más cómodos. Explícale lo que sientes intentando que conecte con tus sentimientos para que, poco a poco, vaya relajándose y entendiendo tus argumentos.
 Fuente: Silvia Catalán - www.siquia.com/

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